Fierabrás

El bálsamo de Fierabrás, un remedio universal descrito en Don Quijote para todas las dolencias, tanto físicas como emocionales, inspira este viaje a través del tiempo y el espacio, donde la esencia de La Mancha se convierte en una cura para el estrés y la ansiedad de la vida moderna. En este proyecto, los paisajes manchegos, teñidos de azul añil, entrelazan una sensación de realidad y ficción, ofreciendo un refugio tranquilo frente a las presiones del mundo contemporáneo.

Más que un simple remedio, el bálsamo de Fierabrás simboliza un estado de ánimo renovador, enraizado en la identidad manchega que se refleja en cada fotografía. Es un recordatorio de que la verdadera felicidad se encuentra en los lugares más sencillos y en los momentos más humildes.

Bajo el sol implacable, el tiempo parece detenerse, invitándonos a sumergirnos en la quietud del presente y a contemplar la belleza efímera que nos rodea. En estos momentos de pausa, descubrimos la verdadera riqueza de la vida en las pequeñas cosas, los encuentros fortuitos y la conexión con la naturaleza.